Hace unas semanas ya de mi último artículo, cómo el primero de una serie que tienen que ver con el emprendedor y sus características. Aunque éste va a seguir en la misma línea, me permitiré, precisamente por estar en la semana en la que estamos, hablar de la mujer emprendedora.
Además de todos los demás condicionantes implícitos al emprendimiento, las mujeres, por el hecho de serlo, nos guste o no, tenemos más hándicaps. Y es por eso que vamos a hablar del empoderamiento femenino.
¿Qué es?. Es el proceso mediante el cual las mujeres adquieren control, dominio y fuerza sobre su propia vida y sus circunstancias. Así de simple.
El empoderamiento es un proceso de adentro hacia afuera, se inicia en el ámbito personal y se expande hacia una dimensión colectiva. Es un tema intrínsecamente relacionado con la autoestima: quiérete a ti misma para poder querer al resto…
Debemos comprender que el empoderamiento de las mujeres es básico para conseguir la transformación de las desigualdades, el fin de los prejuicios, los roles de géneros…
¿Cómo podemos fomentar nuestro empoderamiento? Hay muchas maneras, que no son excluyentes entre ellas, al contrario. Pero sin duda, la educación es el pilar del que debemos partir. La educación puede conseguir “milagros” como nuestro desarrollo profesional, el crecimiento de nuestra autoestima, nuestra participación política y social, y, por supuesto, la toma de conciencia colectiva sobre las situaciones tan graves de discriminación, de violencia de género, de discriminación salarial y económica, que, por desgracia, todavía existen en nuestros días.
Tenemos que ser las protagonistas de nuestra vida. Por eso, desde aquí os conmino a que apoyemos y asumamos nuestros derechos y libertades. Falta mucho camino por recorrer, pero sin duda, ya estamos en el mismo.
Sonia Mancebo
Directora de Rindemás, S.L.